Un silencio ondulado



  Un silencio ondulado forma parte de mi investigación sobre la representación del silencio en las artes visuales. Es la evolución de un proyecto anterior Paisajes vacíos y por tanto los horizontes solitarios y los paisajes abstractos siguen latentes en este proyecto.
  En mi obra hay un equilibrio entre lo inmaterial y lo material, entre el proceso creativo y su resultado tangible. Exploro la apariencia superficial y la presencia de un elemento más sutil, lo silente. Mi obra conecta al espectador con esa presencia silenciosa que reside en nuestro interior.
  En este proyecto el proceso, las técnicas y los tipos de soportes están especialmente elegidos. Para el proceso realizo una meditación activa que me permite la inmersión y la contemplación del paisaje motivo de inspiración, durante ese momento realizo bocetos y recojo imágenes y grabaciones sonoras que me permiten reforzar la memoria, luego en el estudio tras su estudio pormenorizado prescindo de ellas para trabajar desde la evanescencia de la memoria. Durante los momentos de busqueda y contemplación del paisaje utilizo unos pequeños viales de vidrio que luego de vuelta en el estudio sello al vacio y etiqueto con las coordenadas del lugar, con ellos represento, por un lado, el verdadero silencio, que solo se da en ese medio, por otro lado le permite al espectador, mediante su etiqueta, reconocer y visitar el lugar en el que me he inspirado para realizar mi obra, y contrarrestar así la fragilidad de mi memoria. Respecto a la técnica y el soporte, la acuarela sobre papel de algodón me permmite una pintura gestual muy cercana al dibujo de mi proyecto anterior Paisajes vacíos, la continuidad de ese enlace intelectual le aporta solidez a este trabajo. El uso del temple a la caseína, bien sobre lino o sobre tabla, me permite, al igual que la gestualidad de la acuarela, un tipo de meditación activa favorecida por la lentitud del proceso, a su vez, la cualidad translucida de esta técnica favorece el uso de veladuras y transparencias que relatan muy bien esa evanescencia de la memoria de la que hablaba anteriormente.



   An undulating silence is part of my research on the representation of silence in the visual arts. It is the evolution of an earlier project Empty Landscapes and therefore solitary horizons and abstract landscapes remain latent in this project.
   In my work, there is a balance between the immaterial and the material, between the creative reative process and its tangible result. I explore the superficial appearance and the presence of a more subtle element, the silent. My work connects the viewer ith that silent presence that resides within us.
   In this project the process, the techniques and the types of media are specially chosen. For the process I carry out an active meditation that allows me the immersion and contemplation of the landscape that inspires me, during this time I make sketches and collect images and sound recordings that allow me to reinforce the memory, then in the studio after their detailed study I dispense with them to work from the evanescence of the memory. During the moments of research and contemplation of the landscape, I use small glass vials which I then stamp in the studio and label with the coordinates of the place, with them I represent, on the one hand, the true silence, which only occurs in this environment, and on the other hand it allows the spectator, through its label, to recognise and visit the place in which I have been inspired to make my work, and thus counteract the fragility of my memory. In terms of technique and medium, watercolour on cotton paper allows me to make a gestural painting very close to the drawing of my previous project Empty landscapes, and the continuity of this intellectual link gives solidity to this work. The use of casein tempera, either on linen or on board, allows me, like the gestural nature of watercolour, a kind of active meditation due to the slowness of the process, while the translucent quality of this technique favours the use of glazes and transparencies that relate very well that evanescence of memory I mentioned earlier.



El silencio. Federico García Lorca
Oye, hijo mío, el silencio.
Es un silencio ondulado,
un silencio,
donde resbalan valles y ecos
y que inclina las frentes
hacia el suelo
The silence. Federico García Lorca
Listen, my son, to the silence.
It is an undulating silence,
a silence
where valleys and echoes slip
and that inclines the foreheads
to the ground